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Cómo evitar pérdidas de beneficios con la gestión del economato

Gestión del economato para evitar pérdidas de beneficio

Cómo evitar pérdidas de beneficios con la gestión del economato

La gestión de materias primas, del almacén o economato, es una tarea laboriosa, pero si la incorporamos a nuestros procesos y utilizamos las herramientas idóneas evitaremos que se escapen por este espacio parte de nuestros beneficios.

Trabajamos con productos perecederos y esa es una de las características que hacen que este tipo de negocio sea tan complicado, debemos realizar un ejercicio de equilibrio constante entre encontrar el producto de mejor calidad, al mejor precio, en el mejor momento, con el proveedor adecuado y la muy difícil tarea de la cantidad apropiada. 

Por ello, a veces encontramos establecimientos en los que falta producto, se descarta materia en mal estado o, incluso, el negocio pasa por dificultades por falta de liquidez pero encontramos las cámaras, congeladores y almacenes repletos.

Qué debemos tener en cuenta para una gestión eficaz del economato
  1. Conocer qué productos utilizamos y cuál es la cantidad exacta de ellos que necesitamos. Esto lo conseguimos haciendo nuestras fichas de receta (que además serán muy útiles en el desarrollo de nuestro trabajo). Esto no es solo tarea de cocina, nuestro equipo de sala debe de hacer el mismo trabajo en su área con cada una de las referencias de nuestra oferta.
  2. Es importantísimo tener un terminal de punto de venta y alimentar bien el software, esto nos permitirá saber qué cantidad de productos de nuestro almacén hemos gastado realmente en las ventas.
  3. Selección y evaluación constante de proveedores. Seleccionar al proveedor adecuado requiere una reflexión sobre aspectos tan relevantes como la calidad, distancia, frecuencia de suministro, reputación, el precio, formaciones, etc. Una vez seleccionados, elaboramos su ficha, donde incluiremos toda su información y haremos el seguimiento, anotando cualquier anomalía o problemática. Es aconsejable tener localizados y probados varios proveedores de un mismo producto, así podemos salir de un apuro rápidamente si nuestro proveedor principal no nos puede suministrar por cualquier motivo.
  4. Cuando recibimos los productos, debemos supervisar si las materias primas recibidas coinciden en cantidad y peso con lo que tenemos en nuestra hoja de pedido y albarán y si los productos llegan en estado óptimo. No olvidemos que los proveedores suelen gestionar considerables cantidades de materia prima para muchos clientes, por tanto, es posible que recibamos productos que no hemos pedido, que dejemos de recibir otros que necesitamos, que la cantidad o peso no cuadren con el albarán o incluso que paguemos por productos en mal estado.    
  5. Prestar atención a la conservación y almacenaje de los alimentos. Si no los conservamos de manera óptima, su vida útil disminuye. Y si no tenemos un sistema de almacenaje eficaz, corremos el riesgo de tener que descartar materia prima que no sabíamos que teníamos debido al desorden.
  6. Para controlar el stock y no tener problemas ni de abastecimiento ni de exceso de inversión, nos ayudamos de estos parámetros: 
    • Consumo previsible: gracias a los datos que hemos registrado en nuestro TPV, podemos prever qué cantidad de producto se espera consumir en una situación similar. Por ejemplo, para la temporada de verano, debemos basarnos en la información que registramos en las temporadas de verano anteriores. Por lo que el consumo no será estable todo el año, sino que deberemos ir analizando y variando cantidades de manera frecuente en base a las temporadas anteriores.
    • Stock mínimo: conociendo el dato anterior, podemos marcar un stock mínimo de materias primas, es decir, la cantidad exacta que necesitamos para cubrir los consumos previsibles. En este caso, es muy importante tener en cuenta los días de suministros de nuestros proveedores.
    • Stock de seguridad: para evitar posibles roturas de stock provocadas por aumentos en la demanda poco predecibles o retrasos en las entregas de los proveedores, el almacén debe contar con un número de existencias mínimas de seguridad.
  7.  De nada nos serviría todo el trabajo anterior si no realizamos de manera meticulosa inventarios con todas las materias primas y las elaboraciones. La frecuencia depende de muchos factores, pero aconsejamos, al menos, uno mensual. Con los inventarios tendremos bajo control toda nuestra materia prima y elaboraciones, sabremos si debemos hacer compra o no, y si los números nos cuadran.
  8. Debemos mencionar, además, los hurtos por parte del personal. Ya que pueden ser pequeños hurtos esporádicos o, como en algunos casos, un problema crónico, pues el producto desaparece sistemáticamente a través de estrategias y técnicas variopintas. Para combatir este problema proponemos los conteos ciegos o “blind counts. Ya que si dejamos la responsabilidad de verificar el inventario a un solo encargado, como es lo más habitual, ponemos en bandeja a los más pillos marcar como correcto un producto y llevarse el exceso que pudiera haber de éste en nuestro economato.

Para terminar, queremos incidir en que la gestión del economato es un trabajo constante, pero necesario, que afecta directamente a nuestros beneficios de varias formas: reduciendo costes, evitando desperdicios, manteniendo el abastecido del restaurante, evitando dinero inmovilizado sin sentido, ayudándonos a utilizar los productos en su mejor estado de calidad… Además, al ser conscientes de sus beneficios nos animará a implementar nuevos procesos de gestión que harán que nuestro establecimiento siga creciendo. 

 

RevPash, indicador para la gestión de restaurantes

RevPash, indicador para la gestión de restaurantes

RevPash

Cuando hablamos de RevPash nos referimos al indicador que nos dice qué beneficio o ingreso obtenemos de cada asiento disponible por hora en nuestro establecimiento. 

Proviene del inglés Revenue Per Available Seat Hour” y nos permite analizar de forma estratégica cuestiones clave como qué días y en qué franja horaria nuestro RevPash es más bajo o si estamos cubriendo costes, entre otras.    

Cuando hacemos el control de costes de nuestro establecimiento, es habitual pensar que si el equipo de cocina hace bien sus deberes, los famosos escandallos, y gestionamos el stock de nuestro productos todo el trabajo está hecho. 

Sin embargo, para conseguir la máxima eficiencia en nuestra gestión, debemos tomar consciencia de una gran cantidad de factores y datos bastante poco conocidos en el sector a día de hoy. Con esta información, podremos: 

  • Conocer el estado real de nuestro establecimiento
  • Adoptar una estratégia más directa y eficiente
  • Subsanar posibles pérdidas de beneficios
  • Tomar decisiones y acciones focalizadas en mejorar nuestros puntos débiles y reforzar los fuertes
  • Aumentar la rentabilidad y los beneficios
Ejemplos del buen uso del RevPash

Un ejemplo esclarecedor lo encontramos en los inicios de esta pandemia: para poder hacer frente al mal momento que estábamos pasando, muchos gerentes limitaron el tiempo de consumo en sus establecimientos, eliminando tertulias y sobremesas que consumen tiempo y no aportan beneficios al establecimiento. Al aumentar la rotación en sus mesas, aumentó su RevPash, es decir, aumentaron sus ingresos por hora y asiento disponible.

Otro ejemplo serían las reservas por tramos horarios, en cada vez más restaurantes, las reservas se realizan por franjas horarias, normalmente con un turno a las 13.30h y otro a las 15h. Los comensales del primer turno, deben dejar libre la mesa antes de que lleguen los siguientes y suelen ser desplazados a otra estancia donde tomar café o una copa. 

Conociendo nuestro Revpash, podremos crear una estrategia ajustada a nuestras necesidades, con acciones concretas centradas en aumentar nuestra rentabilidad. 

¿Cómo calculamos el RevPash?

Para calcular nuestro RevPash debemos realizar la siguiente fórmula para cada tramo a analizar:

RevPash = Ingresos por hora / asientos por hora

En el caso de querer analizar un turno concreto, la fórmula sería la siguiente:

RevPash = Ingresos Turno / asientos por horas del turno.

Pongamos el ejemplo de un restaurante que obtiene unos ingresos de 300€ durante el horario de 19.30 a 20.30 y tiene 30 asientos disponibles.

RevPash = 300/30 = 10€

Analizamos el turno completo para el mismo restaurante, que de 19.30 a 23.30 tiene unos ingresos de 1720€

RevPash = 1720/30*4 =  1720/120 = 14.3€

Para disponer de un análisis exhaustivo, debemos diferenciar turnos, franjas horarias y días. 

Con estos números en la mano, buscamos conclusiones específicas para nuestro establecimiento. La esencial y más básica sería: ¿es suficiente este resultado para hacer frente a nuestros gastos?; y la segunda y casi más importante: ¿qué voy a hacer al respecto? 

La clave del éxito: los datos

La clave de la gestión está en la recolección y el análisis de datos. Sin datos cada vez es más difícil competir en un sector con unos beneficios muy ajustados y una alta competencia. Existen softwares que nos facilitan la obtención y procesado de esta información, aunque lo más importante es alimentar “la máquina” de manera correcta. 

Desde UPHostelería siempre  aconsejamos tener RevPash bajo nuestro punto de mira, pero es cierto que necesitaremos cierto flujo de clientes para obtener datos fiables (el archiconocido data), por lo que para establecimientos de nueva apertura nos centraremos en otros indicadores que nos aporten información sobre la concordancia entre concepto, rentabilidad y cliente.

Gestionar un establecimiento de hostelería es una tarea difícil, y más aún si improvisamos día a día, sin apoyar nuestras decisiones en datos contrastados. 

 

Los “cuatro números” a hacer antes de abrir un negocio de hostelería

Los “cuatro números” a hacer antes de abrir un negocio de hostelería

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con tener su propio negocio de hostelería? Un bar, restaurante, cafetería… Son muchos los que se lanzan a hacerlo realidad, no en vano, España es el país con más bares y restaurantes por habitante del mundo (o así era antes de la pandemia). Sin embargo, hablamos de uno de los negocios de gestión más complicada que existe.

Como ya afirmó Ferrán Adriá, “parece que la gestión no sea importante, y es vital. La mitad de los restaurantes no llegan a los cinco años y el veinte por ciento solo duran dos”

Además, gran parte de los que acaban cerrando, lo hacen arrastrando deudas que tardarán en solventar.

Haciendo una búsqueda rápida en internet sobre nuevas aperturas, encontramos infinidad de información que nos arroja algo de luz de forma más o menos certera: cuánto cuesta abrir un negocio de estas características, qué licencias solicitar, cómo elaborar una oferta gastronómica atractiva, etc. Pero, ¿todos los bares, cafeterías o restaurantes son iguales? Evidentemente, no. Por lo que debemos analizar las características de cada caso de forma individual.

Iniciar un negocio gastronómico sin haber analizado mínimamente la solvencia económica del concepto es más común de lo que nos gustaría. Un hecho que, si no corregimos a tiempo, nos puede acarrear grandes problemas en un futuro.

Desde un punto de vista práctico y realista, te aconsejamos que comiences haciendo estos “cuatro números” para empezar a reflexionar sobre tu concepto de negocio. Estos números nos ayudan a ver de forma rápida lo que supone económicamente el día a día de nuestro negocio y su rentabilidad.

IMPORTANTE! Si el resultado inicial es negativo, no sigas adelante a ver qué pasa. Analiza y plantea cambios. Te estás jugando tu dinero y tu futuro.

A continuación mostramos cómo serán los parámetros de gasto óptimos con respecto a la facturación en un negocio medio (aunque pueden oscilar según el concepto de negocio) no debemos sobrepasarlos, ya que el sobre coste repercutirá directamente en nuestra rentabilidad.

  • Alquiler 10%
  • Personal 25-35 %
  • Materia prima 25-35%
  • Gastos Generales 10%

Por tanto, la rentabilidad oscila entre un 10-15%.

Como podéis comprobar, la rentabilidad media en este tipo de negocios es baja, por tanto es crucial una buena gestión para el éxito de nuestro establecimiento.

Teniendo en cuenta estos porcentajes, vamos a realizar unos cálculos sencillos para comprobar si nuestro negocio resultaría rentable y detectar sobre qué ideas tenemos que reflexionar previamente.

Tomaremos como ejemplo a un emprendedor que quiere abrir una hamburguesería en una población de 30.000 habitantes y ha encontrado un local céntrico. Nuestro amigo no tiene gran presupuesto, por lo que busca un local lo más acondicionado posible a sus necesidades. Este local tiene un precio de 2.700 € mensuales. Es bastante nuevo y tiene toda la maquinaria necesaria, por lo que no tendría que invertir en el acondicionamiento. Abrirá una media de 26 días al mes y ha pensado un ticket medio de 13 €.

Sabiendo el precio alquiler podemos calcular cual será la facturación mínima para ser rentables, que en este caso es de 27.000 €.

El siguiente paso es conocer los ingresos que debemos obtener diariamente para llegar a esta cifra:

Facturación mensual mínima / Días de apertura = Facturación diaria mínima

27.000 € / 26 = 1.038 €

Según el ticket medio que hemos marcado, calculamos la cantidad de clientes mínima que necesitamos atraer:

Facturación diaria mínima / Ticket medio = Clientes diarios

1.038 € / 13 € = 80

Y por último, el gasto que podemos destinar al personal:

Facturación diaria mínima * 0,3 = Presupuesto para personal

27.000 * 0,3 = 8.100 €

Teniendo en cuenta un sueldo medio estándar, estimamos un coste de empresa por empleado de 1.800 € / mes. Por lo que dispondríamos de presupuesto para contratar a 4 trabajadores a jornada completa y uno a media jornada.

Estos números básicos nos ayudan a plantear un escenario desde el cuál podemos hacernos una idea sobre la viabilidad de nuestro proyecto, haciendo que nos replanteemos algunos parámetros que nos ayudarán a enfocar de forma más realista la idea, como por ejemplo: ¿las condiciones del local me permiten explotar el negocio al máximo? ¿Podré atraer a 80 clientes diarios entre semana? ¿Necesitaré refuerzo de personal para los fines de semana? ¿Debería subir el ticket medio? ¿Debería modificar el concepto o la oferta gastronómica para atraer a más clientes?…

A partir de aquí empezamos a concretar ideas con un sólido plan de negocio que analice el mercado, defina tu público objetivo, tu oferta gastronómica, establezca una horquilla de costes, un plan de marketing para atraer a tu público, etc. y te ayude a marcar una estrategia en todas las áreas de tu empresa.

Solo así, y con constante supervisión, podrás establecer un negocio próspero y con prospección de futuro.